Estupidez Humana #33 – Viernes: Divorcios generados, médicos alucinados y anuncios creados por becarios artificiales
Todo empezó como un juego inocente:
“A ver qué dice la IA”.
Ahora la tratamos como si llevara años en el grupo de WhatsApp.
Le pedimos consejos, le soltamos traumas, y hasta la dejamos contestar por nosotros.
Y luego nos sorprende que la vida se vuelva… rara.
ChatGPT: Relaciones Públicas y Rupturas Matrimoniales
Un tipo dejó que ChatGPT respondiera a su tía. Ella le escribió con cariño. ChatGPT le contestó. ¿Resultado? Él se sintió culpable. ¿Quién necesita conciencia cuando tienes remordimientos artificiales?
Y lo peor: la tía dijo que nunca la habían entendido tan bien. El tipo lleva tres días planteándose si su infancia fue una simulación.
Otra persona le confesó a ChatGPT una pequeña queja sobre su marido y la IA le lanzó un:
“¿Te vas con tu tía y tu tío a Bel-Air?”
Conclusión: no le cuentes tus dramas a una IA sin correa. Te acaba redactando los papeles del divorcio. En formato PDF, con copia al juez.
Y de paso, te sugiere mudarte a un coworking emocional en Bali.
Sam Altman en modo tertulia
El CEO de OpenAI fue a charlar a la AI Startup School como si no estuviera construyendo el fin de la especie. Recordó cuando Elon Musk le dijo que tenían cero por ciento de éxito. Y ahora Sam puede que regale robots con la suscripción premium.
O sea, pasamos de “no vais a llegar a ningún lado” a “toma, tu androide de compañía”.
Si eso no es una redención estilo anime, no sabemos qué lo es.
También dijo que el nuevo dispositivo de Jony Ive nos va a hacer sentir que usamos un Nokia 3310. Pero justo después quitaron todo lo relacionado con Ive de la web por una demanda de un startup llamado iyO. ¿Ironía? Probablemente no, solo marketing moderno.
Y probablemente el gadget sea un pinganillo. O una tostadora con alma. A estas alturas, todo es posible si lo diseña Ive.
Ah, y vendió sus acciones de NVIDIA en 2019. Lo que prueba que ni el tipo que hace AGI puede ganarle a Warren Buffett.
Y que todos tenemos un portfolio lleno de errores que preferimos llamar “aprendizajes”.
OpenAI se disfraza de Google, pero con menos hojas de cálculo y más hype
ChatGPT está trabajando en su propio "Google Docs + Outlook con esteroides". Quieren colaboración, compartir archivos y productividad de esa que solo parece tal si la presentas en PowerPoint.
Eso sí, Microsoft no está encantado. Es como si tu compi de piso hiciera su propio detergente… y lavara mejor que el tuyo.
Mientras tanto, ChatGPT supera en descargas a TikTok, Instagram, Facebook y X. En Silicon Valley eso ya cuenta como ser influencer.
Además, Copilot sigue siendo el WordArt de la IA, y Gemini de Google se convierte en el “plan B” que nadie pidió… excepto que ahora está primero en descargas.
Pero claro, descargar no es lo mismo que usar. Igual que comprarte una bici no te convierte en ciclista… sobre todo si la tienes como perchero.
Moraleja: si todos los asistentes de IA fueran alumnos, Copilot estaría repitiendo curso con 35 años. Y aún le preguntarías si ha hecho los deberes, y te respondería “¿Podrías reformular la pregunta?”
Publicidad creada por IA: del spot al spot cerebral
Un anuncio de 30 segundos para las Finales de la NBA creado enteramente con IA está causando sensación. Costó poco, hizo ruido y abre una pregunta:
¿Y si las agencias de publicidad desaparecen y lo único que queda son prompts con Helvetica?
Dicho de otro modo: la IA acaba de inventar el becario sin quejarse del horario.
ChatGPT salva vidas… pero te puede matar lentamente si no tienes criterio
Un tipo metió los síntomas de su mujer en ChatGPT. La IA dijo: “al hospital YA”. Tenía sepsis. Bien por la IA. Luego el post se llenó de comentarios tipo “ChatGPT me salvó del apocalipsis anal” o “detectó lo que 17 médicos no”.
Uno dijo que la IA le diagnosticó un cálculo renal mientras él pensaba que era ansiedad por las elecciones. Otro juró que ChatGPT le recetó reposo, agua… y una ruptura sentimental. “¿Eso también era médico?”, preguntó.
¿Pero adivina qué? Un estudio de Oxford dice que la gente que usó chatbots médicos lo hizo PEOR que los que buscaron en Google. O sea, Dr. ChatGPT puede darte la vida… o un diagnóstico tan fiable como leer tu salud en una galleta de la suerte.
Cierre
Esta semana confirmamos varias cosas:
Tu IA quiere salvarte, pero también podría dejarte soltero.
El futuro se parece a una agencia de publicidad con epilepsia visual.
Sam Altman tenía razón… pero vendió NVIDIA antes de hacerse rico.
El próximo Word vendrá con emociones, pero sin sentido común.
Y el diagnóstico más seguro sigue siendo: no seas tonto.
Nos vemos mañana. O antes, si Elon decide que todos los humanos necesitamos un firmware update.